jueves, 20 de noviembre de 2008

cuento

Pili in the sky with diamonds


Que tremenda cosa es el amar algo.Acabo de terminar de leer “La tregua” de Benedetti. ¡Qué desasosiego! , ¡Qué emoción! Lo primero que sentí cuando terminé el libro fue un largo ahhhhhh que abarcaba desde el diafragma hasta la glotis. Igual creo que fue un ahhhh completamente sonoro.
Dios mío. Por qué digo Dios mío si yo no creo en Dios, no creo y definitivamente ya está: no creo. Pero sí creo en otras cosas, creo en el Amor por ejemplo. Y cómo no. Lo escribo en letra mayúscula, y no es en lo único que creo, pero sí inexorablemente y sin reservas.
Me siento cómoda en el amor, es un papel que me sienta bien, como el de madre, como el de rebelde. Son los roles estelares de mi vida. Y mi único espectador yo. Yo misma, yo ahora, yo en este exilio. Yo antes, adolescente, niña. Una niña tan terriblemente sensible.
Yo, esa niña que un día compró “ Revolver” de los Beatles en la antigua Casa Galli . que quedaba en la Av. San Martín, casi Espejo. Yo con mis ahorros, caminando orgullosa a la salida del colegio a comprarlo. A comprar por fin ese disco de vinilo que hoy no tengo, que he perdido, ese disco que deseé y amé tanto.
Esa nena de diez años, casi siempre ajena a cosas de niños, sí, es así como mí mirada la vé hoy. No me explico como sobreviví tanto tiempo sin que mis compañeros se burlaran, la verdad era bastante rara.Recuerdo que me querían y debía ser por que era buena. Pero no era una chica como se conoce hoy popular; estaba en esa franja donde los chicos ponen a sus amigos que no saben bien cómo encasillar, ni linda, ni fea, ni mala, ni buena, ni tonta, ni inteligente….más bien común tirando a rara. Me invitaban siempre a sus fiestas y yo, casi siempre iba, por que mi mamá se enteraba y me mandaba para socializar. Ya por esa época comencé a observar, a cuidarme y a aprender. Observar, observar. A veces cuando iba, bailaba también, disfrutaba mucho en aquellos años bailar, tanto como hoy, tanto como mi mejor amigo con el cual sacábamos los pasos disco más envidiables. Mi amigo, el único con el que mi alma se sentía, como hoy, en paz y feliz.Pero indudablemente el momento más feliz de esas reuniones era cuando mi papá, a veces acompañado de mi mamá, me venía a buscar. Cuando la madre dueña de casa abría la puerta y proclamaba a todas voces –“ Pili Ruiz te viene a buscar”, inmediatamente me embargaba una sensación de feliz liviandad, bastante difícil de definir….y todo esto si la estaba pasando bien, ni hablar si la estaba pasando mal.
Ahí estaba él, mi papá, mi súper héroe salvador en su Renault 12 blanco, dispuesto a devolverme a mi burbuja de oxígeno, o sea, a mi casa. Y yo me alejaba de la fiesta, de Serú Giran y su Popotito, y me reunía todavía en la distancia, con mi disco de tapa blanca, con los cuatro chicos de Liverpool dibujados, y en el medio, un collage de fotos y dibujitos.Disco tesoro, poseedor de las catorce canciones más bellas para mí, esas que tanto me hacían emocionar, por que yo escuchando y escuchando ese disco, me encontraba en mi mundo privado, mío, mío, sólo mío, como un jardín secreto. En ese mundo encontraba las palabras, esas que siempre se me ahogaban en la garganta.
En ese mundo era un ser alado, una canción sin terminar, pero con un bello estribillo; tranquilamente podría haber sido Pili in the sky with diamonds, solo que por un accidente geográfico fue Lucy y no yo.
Con café de por medio, charlaba con mi mamá la semana pasada y ella me contaba que le habían mandado un mail, si mal no recuerdo, sobre la historia de un tipo que deseaba encontrarse a sí mismo, y no lo lograba. Viajó por el mundo (el kía era adinerado parece) se entrevistó con hombres de religión, con grandes pensadores , filósofos, escuchó a intelectuales en cafés parisinos, al pie de los Himalayas con sabios gurues , en el desierto con maestros sufíes…se entrevistó con el mismísimo brujo Don Juan Matus en México , con Don Ernesto Sábato en Buenos Aires , tomó ayahuasca en el amazonia, se fumó unos fasos en Bolivia , opio en china…dicen que fue hasta pedirle al Gauchito Gil que lo ayudara!!! (Pobre todo esto no estaba en el mail que me contó mamá, pero me gusta imaginarlo así), y nada. Ninguno pudo darle la llave para encontrarse a sí mismo. Y un día, cuando ni siquiera pensaba en ello, abandonado en su búsqueda, visitó a su anciana madre en su pueblo natal. Y cuenta el mail, que al entrar en su antigua casa, el hombre se encontró allí…en el patio de su infancia.
Y todo esto para contar que yo me encuentro ahí, en “Revolver”, y mi encuentro es virtual, como el Unicornio azul de Silvio Rodríguez, a mi disquito original también se me perdió, Pero cierro los ojos y lo evoco. Lo evoco caminando a la salida de la escuela por calle Rivadavia , esas tres cuadras , con mi guardapolvo blanco de tres tablas, mis medias tres cuarto azules, mis trenzas, mi bincha azul , mis guillerminas negras – odiaba ese atuendo escolar – arrastrando mi portafolios negro, con dos bolsillos grandes, tan pesado!!! Con una manija que se me clavaba y me dejaba roja la mano, me evoco sacando del bolsillo el orgullo de mi ahorro de niña, me evoco corriendo a casa a escucharlo en mi Winco…y aunque siempre supe que si lo hubiera pedido me lo hubieran comprado, por que mis papás gustaban de comprar muchos discos y libros, preferí comprármelo yo misma. Y aunque ese fue el primero de muchos discos que atesoré, es en él, en “Revolver” donde cuando cierro los ojos, ahí en su olor a cartón y plástico nuevo, en sus tapas gruesas, donde yo por fin me encuentro.

martes, 18 de noviembre de 2008

HAIKUS CON AROMA A JARILLA

HAIKUS

No dudé nunca
que cuando me vieras
me pensarías.


Es tu guitarra
más dulce que yo misma,
cuando la tocas.


Aquella noche
vos me diste un árbol.
Y yo , un beso.


Aries en Marte.
tanta agua no pudo
con este fuego.


¿cómo llegaré
desde mis labios rojos
hasta los tuyos?


Nadie vendrá hoy
por más que yo espere
con tus palabras.


Mis lágrimas son
por más que yo lo niegue,
simples tristezas.


Es necesario
saber leer tus ojos
y sentir candor.


En pleno sueño
viaja a mi tu boca
y yo espero.


Por puro error
esa noche no oí
cantar tu árbol.


No sé si mucho
Estaré esperando ,
Más aún espero.


Estrategia tuya:
Oscuro en las noches ,
Luz en el alba.


Antes de nacer
Era yo una Diosa…
…siempre olvido…


La muerte viene,
Y si estoy amando
Sigue de largo.


Encuentro en mi…
Los días de lluvia son
El gran espejo.


Frío invierno
Es grato sentirte si
Estás sobre mi.


No me halagues
Es momento ahora
Que me respetes.


Las religiones:
Lejos de lo sagrado
Lejos de la fe.


Globalización:
Palabra que asume
Lo inhumano.


La tierra llora
Pero ya sin lágrimas
En ríos secos.


El árbol muere
De pie con gallardía,
De cara al sol.


Duendes y hadas
Traigan toda su magia
Para la tierra.


¿Dará la muerte
Sentido a la vida
O viceversa?


No me quiero ir
Sin despedirme de vos,
Sin ver tus ojos.


Mi obsequio es
Incondicionalidad.
Sé digno de ser.


Es la traición
De amados amigos
El peor dolor.


Hoy me levanté
llena de esperanza
con tu melodía.


¿De dónde viene
La música encantada?
¿Para dónde va?


¿De dónde vino
El amor que tuvimos?
¿ y dónde se fue?


El no recordar
que sufrimos por amor
no inmuniza.


Ésta desnudez
No será tan hermosa
Si la ocultas.


Si no cambiamos
Todo lo que está mal ,
No cambia nada.


Entre nosotros
Surgen los sentimientos
Que nos salvarán.


Vos me atraés
Eso es evidente…
¿De qué manera?


Hagamos una
Gran montaña de amor
Canta y pide Luis.